martes, 14 de julio de 2015

SECCION 4: Principio Divino de Responsabilidad Individual

INTRODUCCION

Así como existe ante Dios una responsabilidad individual, de igual manera existe una responsabilidad corporativa. Al existir arrepentimiento corporativo también existe lculpa corporativa. A menos que no hubiese culpa, no existiría la necesidad de un llamado al arrepentimiento.

¿Cómo se relaciona nuestro Padre Celestial con la entidad corporativa culpable? ¿Separa el Padre los miembros de los líderes que han llevado a su feligresía al pecado y rechazo Divino? En otras palabra— ¿están los miembros de "x" ministerio caído libres de los juicios y del rechazo Divino?

Al buscar una respuesta a esta pregunta, consideraremos al Dios del Antiguo Testamento y el Dios del Nuevo Testamento. Esto es algo muy importante que todo Cristiano debe saber, sino desea ser partícipe de otros pecados y sufrir las consecuencias destructoras que tiene para el alma y su salvacion final. 


EL DIOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO

Durante el recorrido de Israel a la tierra prometida, partiendo del Monte Sinaí, se inicio una rebelión por Coré, Datan y Abiram. En respuesta a esto Moisés llamo a todo el pueblo a  presentarse frente al Tabernaculo, para que Dios les revelara Su voluntad.  Como Datan y Abiram negaron a presentarse, Yahweh  le ordeno a la congregación de Israel, a través de Moises, que se separasen de las tiendas de aquellos hombres diciendo:

“Apartaos ahora de las tiendas de estos hombres impíos, y no toquéis ninguna cosa suya, para que no perezcáis en todos sus pecados. Y se apartaron de las tiendas de Coré, de Datán y de Abiram; y Datán y Abiram salieron y se pusieron en las entradas de sus tiendas, con sus mujeres, sus hijos y sus pequeñuelos.” Num 16:26-27

Aquí habían dos familias —dos identidades corporativas — en acuerdo. Dos hombres habían pecado con rebeldia— quienes eran las cabezas de sus hogares. Aquí habían lazos familiares de lealtad hermandad — y  el mandamiento “Honra a tu padre y a tu madre” habia sido dado recientemente ¿Tomaría precedencia la responsabilidad corporativa sobre la responsabilidad individual o viceversa? ¿Cómo afecto su decisión a la familia e hijos de Datan y Abiram?

"Y dijo Moisés…Mas si Yahweh hiciere algo nuevo, y la tierra abriere su boca y los tragare con todas sus cosas, y descendieren vivos al Seol, entonces conoceréis que estos hombres irritaron a Yahweh. Y aconteció que cuando cesó él de hablar todas estas palabras, se abrió la tierra que estaba debajo de ellos. Abrió la tierra su boca, y los tragó a ellos, a sus casas, a todos los hombres de Coré, y a todos sus bienes. Y ellos, con todo lo que tenían, descendieron vivos al Seol, y los cubrió la tierra, y perecieron de en medio de la congregación.” (Números 16:30-33)

Aunque las familias de Datan y Abiram recibieron la penalidad del juicio Divino, al desobedecer y negarse en separarse de su cabeza corporativa, la Palabra de Dios nos cuenta que los hijos de Core no perecieron (Números 26:10-11), al ejercer su responsabilidad y libertad individual para defender lo recto y honrar a Su Dios y Padre.

EL DIOS DEL NUEVO TESTAMENTO

En el Día de Pentecostés — en el tiempo del derramamiento del Espíritu Santo— estaban reunidos en Jerusalén para aquella festividad, Judíos que eran “varones piadosos de todas las naciones bajo el cielo.” (Hechos 2:5) Estos no eran hombres impíos — sino “devotos” — que habían venido a Jerusalén desde sus naciones de residencia para celebrar la fiesta en armonía con la instrucción divina. 

Algunos quizás habían venido para la fiesta de la Pascua, decidieron permanecieron allí por 50 días para la fiesta del Pentecostés. Sin embargo, muchos ni siquiera habían estado  presentes cuando Jesús había sido crucificado.

Rápidamente se reunieron, debido a la conmoción, y escucharon atentamente las palabras inspiradas de Pedro, mientras explicaba lo que estaba ocurriendo. La multitud le escucho decir:

"Varones israelitas, oíd estas palabras: Jesús nazareno, varón aprobado por Dios entre vosotros con las maravillas, prodigios y señales que Dios hizo entre vosotros por medio de él, como vosotros mismos sabéis;… prendisteis y matasteis por manos de inicuos, crucificándole." (Hechos 2:22-23)

Aquellos que no habían estado presentes en el tiempo señalado de la Pascua no se conmovieron pues  no habían estados presentes en la crucifixión de Cristo — ni siquiera estaban cerca. Y aquellos que habían venido para ambas fiestas sabían que los romanos habían hecho el acto, así que continuaron escuchando. Pero Pedro se refiere nuevamente a ellos y los concientiza diciendo:

"Sepa, pues, ciertísimamente toda la casa de Israel, que a este Jesús a quien vosotros crucificasteis, Dios le ha hecho Señor y Cristo. (Hechos 2:36)

Entonces una fuerte convicción tomo posesión de ellos, porque hubiesen estado presentes o no, fueron tomados participes de ese pecado por Dios, por su afiliación y apoyo al sistema religioso o entidad corporativa. Y con dolor en sus corazones, ellos gritaron a Pedro y a los demás apóstoles, “Varones hermanos, ¿qué haremos?”
Su reacción a la predica de Pedro determinaría si ellos serian finalmente incluidos o no en el juicio Divino contra la nación de Israel.

CONCLUSION

"Dios es el mismo ayer, hoy y siempre", por lo tanto el Dios que tomo culpable a los hijos y a las esposas de los hijos, y sus pequeñuelos, de Datan y Abiram; el Dios que tomo culpable a los “hombres devotos” en la culpa de Israel es el mismo Dios que visitara en juicio, no solo a los lideres religiosos que han “traicionado su confianza,” sino también a la membrecía — hombres y mujeres con sus familias — que por su afiliación con esa entidad corporativa han consentido la apostasía, y la fornicacion con el mundo, empleando los recursos y medios de Cristo. ¿No es tiempo para que la membrecía se concientice, conmovida por el Espíritu Santo de Dios, y grite como hombres y mujeres devotos de Israel, en el día de Pentecostés, “Varones hermanos que haremos?”

La Respuesta esta en Apoc Cap 18 y 14